Opinión

Punto Fijo. Caso Unico

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Douglas Jàtem Villa

En una segunda entrega de este material relativo a la Penìnsula de Paragua, màs concretamente a Punto Fijo, se empieza por señalar
que el arranque de la historia de la Venezuela petrolera al inicio del siglo XX no luciò muy estimulante. Para ese momento, Arturo Uslar
Pietri pensaba que lo que era nuestra región quedarìa enterrada bajo las arenas de los Medanos de Coro.

Por otro lado, la consideraba de muy bajo potencial, algo que el expresaba diciendo que la distancia entre Coro y Punto Fijo, màs que los 80 kilometros de distancia geográfica entre ambas ciudades, eran los 500 años de historia que separaban a èsta de la ciudad mariana. Por su parte, Mariano Picòn
Salas destacaba la cantidad de prostíbulos que operaban en la ciudad peninsular.

Sin pretender “pichirrearles” sus mèritos y credenciales, se puede pensar que afortunadamente ambos pensadores erraron en sus expectativas al respecto, y Punto Fijo, por el contrario, concluyò siendo una muy buena creación de la gente proveniente del resto de Venezuela y de muchas partes del mundo, hasta el punto de que muchos la consideran un caso único, quizás màs valorable que Guayana dado el gran papel que al respecto jugò el gobierno venezolano con sus grandes inversiones en esta última región.

Debe destacarse el significativo aporte jugado por los inmigrantes de tantos lugares del mundo que trajeron a nuestro país, después de la Segunda
Guerra Mundial, la grande y diversificada capacidad de producción que ellos habían desarrollado en sus países de origen, ello en forma parecida a la experiencia que hemos vivido, y estamos viviendo, los venezolanos en tantos países del mundo durante lo que va del siglo XXI, dentro de lo cual debe apreciarse la Venezuela que se desarrollò tan destacadamente después de 1958 hasta la llegada del siglo XXI, una de cuyas mejores muestras lo constituyen las Orquestas Sinfónicas Juveniles.