Un kilo de café cuesta casi tres salarios mínimos en Maracaibo
Comprar un kilo de café en Maracaibo equivale a casi tres salarios mínimos, considerando que su costo actual representa 295% del salario mínimo vigente, sin contar el beneficio del bono de alimentación.
Así lo detectó la Comisión para los Derechos Humanos del estado Zulia (Codhez) en su monitoreo de precios de alimentos en Maracaibo durante la primera quincena de junio.
En este lapso, la seguridad alimentaria de los marabinos es una de las mayores preocupaciones en el contexto de confinamiento ante la emergencia sanitaria por la pandemia Covid-19.
El alza de los precios, el bajo poder adquisitivo y la inaccesibilidad a algunos alimentos básicos por parte de los hogares marabinos, marcaron el inicio de junio.
Esto, a pesar de la publicación por parte del Ejecutivo nacional, hace más de un mes, de la última lista de precios acordados contentiva de algunos rubros alimenticios, cuya repercusión en los precios del mercado ha sido casi nula.
En el Zulia se mantiene la no aplicación de medidas de flexibilización que entraron en vigor a partir del primero de junio en otros estados del país, por tratarse de una región fronteriza y dada la multiplicación de casos de Covid-19 en la región.
Esto, aunado al cierre de los principales mercados populares de la ciudad, afecta la movilización y complican el acceso a los alimentos indispensables para una dieta completa y balanceada.
Alitas de pollo están por las nubes
Para esta quincena, el monitoreo se realizó entre los días 12 y 15 de junio, en 23 establecimientos de ventas de alimentos. Se destaca que los precios entre esta quincena y el cierre del mes de mayo aumentaron en promedio 4%.
Las proteínas cárnicas experimentaron una leve baja de precios. El precio del corte de primera y de segunda de la carne de res bajó en promedio un 4% y 1%, respectivamente.
El kilo de pollo entero se redujo en un 5% con un valor en el mercado de Bs. 349.842,31, mientras que su precio regulado permanece en Bs. 292.793,20.
La pechuga de pollo aumentó en 5% en comparación con la quincena anterior, con un precio de Bs. 603.600,00, lo cual representa un 150,90% del salario mínimo, equivalente a Bs. 400.000,00.
Entre tanto que las alitas aumentaron en 9%, pasando de costar 392.650,00 bolívares para alcanzar los Bs. 427.410,00 por kilogramo.
Los granos tuvieron una tendencia al alza. Las caraotas en Bs. 461.328,24 (7%), las arvejas en Bs. 418.746,67 (11%), las lentejas en Bs. 517.946,33 (45%), y los frijoles en Bs. 445.800,00 (28%).
Sin el negrito caliente
En el caso del queso blanco semiduro, este aumentó su precio promedio 8%, ubicándose Bs. 771.551,58, mientras que su precio regulado es de Bs. 448.116,42. Esto denota una diferencia de Bs. 323.435,16, entre un precio y otro.
La harina de maíz y la pasta también tuvieron incremento en sus precios. El kilo de harina de maíz se encuentra en el mercado en Bs. 198.951,52, mientras que su precio regulado es de Bs. 173.176,47.
Con una diferencia del 14,88%; en lo que el kilogramo de pasta se consigue a un precio promedio de Bs. 310.470,43, marcando una diferencia de 33,77% con respecto a su precio regulado.
El kilogramo de café se encuentra en un precio promedio de Bs. 1.180.411,71, equivalente a casi tres salarios mínimos.
En comparación con la última medición de su precio promedio en enero de este año, que se ubicaba en Bs. 287.370,12, refleja un aumento de 310,76%, mientras que su precio regulado desde el mes de mayo es de Bs. 310.646,44.
El azúcar en enero tenía un valor de Bs. 88.229,51, para este mes de junio ha alcanzado un precio de Bs. 200.470,65, con un aumento de 127,21%, y su precio regulado desde el mes de mayo es de Bs. 178.532,44.
Se agudiza la inseguridad
En la primera quincena de junio, el precio promedio del conjunto de los 21 alimentos básicos monitoreados por Codhez se ubicó en Bs. 8.909.283,51.
Esta cantidad equivale a USD 43,83, según la tasa de cambio promedio de los establecimientos monitoreados de Bs. 203.259,39/USD.
Como pudo evidenciar en el monitoreo, se mantiene la tendencia de altos precios en los alimentos básicos, mientras que el poder adquisitivo de los hogares se mantiene hasta extremos que hacen imposible una alimentación adecuada.
Con información de La Verdad