Tiempo Falconiano
Biden y Venezuela
Estados Unidos no es el país perfecto, si es que eso existe en alguna parte del mundo, en algún país escandinavo. Pero es de los mejores. Tuvo un buen origen conducido por buenos personajes. Forjó su plan de desarrollo y ha llegado a ser lo que es hoy. Ese hoy no es perfecto. Mucha sangre ha
corrido bajo el puente. Las corporaciones más grandes del mundo con su
desenvolvimiento son de Estados Unidos, y no han sido hermanitas de la caridad.. Pero su proceso colonizador, su «imperio», es muy blando en
comparación con los anteriores europeos. No se caracterizaron por “colocar gobiernos” en otras partes. La desigualdad en este país existe, pero debe verse que no es de las más grandes, quizás es de las menos grandes. Hoy es algo difícil apreciar el Estados Unidos que ha significado uno de los mejores niveles de calidad de vida en el mundo. Tengo la impresión de que ha entrado en una etapa riesgosa en la cual no se aprecia el liderazgo tradicional. Quizás la mejor muestra de esto es la llegada de Trump a la presidencia, y la probabilidad de que lo siga siendo.Por otro lado, creo que su deterioro no ha llegado tan lejos como para aprobar a alguien que considera «que no todo lo de Chávez es malo». Aunque todavía sea temprano, el triunfo de Biden sobre Sanders en la escogencia del candidato presidencial del Partido Demócrata sería una buena señal. Pero lo peor es que esto tiene repercusión en el mundo. Un mundo sin Estados Unidos, o con un Estados Unidos vulnerado, es un mundo incierto. Por mi parte, no adopto mi posición respecto de Estados Unidos exclusivamente con base en la ayuda que nos preste frente a los «bárbaros». Se tiene que presentar de nuevo nuestra muy grave situación, y reconocer que la ausencia de liderazgo pesa mucho más entre nosotros que en el país del norte.. Se tiene que preguntar otra vez si las consideraciones morales no tienen significado y validez, si la política puede anular la moral, si la política es el ARTE de lo posible. Casi todos, quizás con la excepción del gobierno, queremos la elección presidencial como vía de solución, pero, como ya se ha dicho, si el gobierno la niega, algunos venezolanos debieran comparar estos años con la época de la Independencia, y determinar la decisión entre vivir en paz y oprimidos, y luchar por la libertad, la independencia y la dignidad, aún a riesgo de la vida. Más aún, sigo creyendo en la posibilidad de incrementar la presión interna, y por otro lado, que el mundo, EUA y Rusia principalmente, colabore para forzar la mejor, y única, solución pacífica, la elección presidencial. En Estados Unidos, en Europa y en otras partes, se valoran, respetan y protegen los derechos humanos. El mundo no está perdido. No creo que está planteado el reparto de Venezuela.
Por Douglas Jatem Villa