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La falta de agua tiene “seca” la tolerancia de los marabinos

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Cansados de esperar que el sonido de las tuberías se vuelva líquido, habitantes de diferentes sectores de la ciudad salieron a la calle con sus pipotes a clamar por algunos litros de agua.

Parroquias como Chiquinquirá, Bolívar, Olegario Villalobos, Coquivacoa, Juana de Ávila, Cacique Mara, Manuel Dagnino, entre otras, tiene entre tres y cuatro semanas sin recibir el servicio.

Lo peor es que en una situación “normal”, con combustible y sin restricción de movilización por la ciudad, los camiones cisterna se encargan de abastecer esas zonas.

Pero ahora, muchas comunidades tiene semanas sin “verle la cara” a una cisterna. “Ni el agua ni las cajas. Tenemos más de un año sin agua y muy rara vez baja por gravedad”, expuso la comunidad de la calle 79, sector Valle Frío.

Otro vecino aseguró que todo lo prometido por las autoridades regionales y municipales es “puro engaño. Aquí no llega el agua desde hace tres semanas”. Los camiones cisternas pasan de vez en cuando, pero venden la pipa en 80 mil bolívares en efectivo.

Una cuestión de higiene

El agua es un líquido irremplazable para sostener la vida, pero en estos tiempos de cuarentena y bajo la amenaza de la Covid-19, la sequía se convierte en un arma peligrosa para generar contagios.

Sin agua, las comunidades no pueden lavar su ropa ni asear sus casas. Lo poco que consiguen es para beber y cocinar. Pocos “desperdician” el líquido para bañarse, mucho menos “lavarse las manos a cada rato”.

María Montiel labora en el sector salud como camarera. Uno de sus requerimientos primordiales es lavar su ropa de trabajo a diario y para hacerlo invierte parte de su salario.

A veces usa una muda de ropa hasta tres días, sabe que es un riesgo, pero no le queda de otra. “Lo que hago es que la dejo todo el día en la cuerda al sol para que le mate las bacterias”, confiesa.

El problema del abastecimiento de agua está llegando al límite. No solo de las reservas del líquido, sino de la paciencia y el aguante de los marabinos.

Este lunes 20 de abril, los habitantes del sector Playa Macuto salieron a la avenida El Milagro con sus baldes para sacar agua de la cañada San Benito.

Una medida extrema para estos tiempos de crisis. Decisiones que tal vez, a la larga, traigan más problemas a esas comunidades, sobre todo de salud.

La Comisión para los Derechos Humanos del Zulia (Codhez) denunció que en el contexto de la cuarentena por Covid-19, desde el 13 hasta el 24 de marzo, se reportó que al menos 87 sectores del Zulia, ubicados en ocho municipios y 31 parroquias, denunciaron dificultades de acceso al agua potable.

En esos 87 sectores zulianos residen más de dos millones de personas. En Maracaibo se concentran 53 de esos sectores. Otros municipios donde se reportaron fallas fueron Jesús Enrique Lossada, San Francisco, Miranda, Santa Rita, Cabimas, Simón Bolívar y Lagunillas.

Con información de La Verdad

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