Ecos de Occidente
Para Dabajuro y Urumaco: feliz día de San Antonio, día de nuestros pueblos
Hoy recortaremos las palabras necesariamente ante la precariedad para comunicarnos por el factor servicios. Es una verdadera Salve poder llevar nuestras ideas en un día tan importante para nuestra tierra. Sin embargo desde el occidente falconiano estamos imprimiendo en estas líneas todo nuestro sentir, toda nuestra idiosincrasia, todo nuestro clamor y fuerzas.
Antonio de Padua marca una herencia espiritual que es luz en nuestras almas. Ayer me escribía alguien en las redes un comentario fuerte relacionado con la publicación del tradicional programa y oraciones que recibimos en cada hogar este año en Dabajuro: “¿por qué pones esa imagen de ese muñeco?.. eso es pecado” y “¿en qué parte de la Biblia está San Antonio?”. Claro que no me molesté. En realidad la imagencita es una referencia tradicional e histórica con un simbolismo, pero no es San Antonio, no es el Padre Antonio de Padua. El verdadero Antonio de Padua es un testimonio de vida, es un ejemplo cristiano a imitar. Un franciscano humilde bendecido en dones grandes. Claro que no está en la Biblia. La Biblia estaba siempre con Antonio; el Evangelio fue su real sustento.
En este esquema de madurez en la fe verdadera se han levantado nuestros pueblos. Lo poco o mucho que podamos tener en virtudes colectivas elementales, sin duda han de tener su origen en las enseñanzas de nuestros antecesores, con un marcado y profundo compromiso con su iglesia.
Este año no se abrirá el Templo. Seguiremos la Misa solemne a través de la emisora parroquial y esperaremos la procesión por todo el pueblo que iniciará a la 7:00 am. Las promesas ofrecidas se convertirán en alimentos que será recolectado en este recorrido para compartir con los más necesitados. El Pan de San Antonio será distribuido casa a casa tomando medidas sanitarias propias de la pandemia. Segura estoy que aunque permanezcamos en casa, ya por instinto nos arreglaremos con detalle y colocaremos nuestra mejor ropa.
Para Urumaco es una fecha grande también. El año pasado fue como un rocío de esperanza ver de cerca las vivencias del pueblo urumaquense. Hubo actividades que renovaron el compartir de su gente. Felicito de forma muy especial a éste noble pueblo, que, aunque hoy vive una realidad difícil frente al covid-19, proyecta entusiasmado un futuro lleno de novedades. Me comprometo a difundir a profundidad la riqueza que tienen. Creo que no hay conciencia colectiva real sobre el tesoro que guardan y estoy segura será el sustento que abrirá las puertas del progreso. Una tierra de gracia propiciada por la virginidad de su paleontología, inmensa por donde le miremos.
Será un 13 de junio diferente, quizás extraño, pero con sentimientos que son irremplazables. Nos abrazamos en la cercana o lejana distancia y enviamos a todo nuestro estado Falcón un mensaje de aliento, de esperanza. Al final, todo va a salir bien. A quienes nos acompañaban de todos los rincones de Venezuela cada 13 de junio sepan que desde ya tenemos los brazos abiertos para el futuro cercano esperándoles. A los hijos de Dabajuro y Urumaco que están lejos de nuestro país seguimos en clamor por ustedes. No habrá Sesión Solemne ni desfile o noche Antoniana, pero hay corazones plenos por lo que somos y sobre todo, porque esta escuela de vida en la que estamos inmersos nos hará sin duda mejores personas. No puede ser de otra forma.
Saludo especial a las emisoras Juan XXIII 107.1 Fm y Exitosa 93.9 Fm por estar de aniversario hoy.
Siempre ¡orgullosos de ser dabajurenses! ¡orgullosos de ser urumaquenses!
Feliz 13 de junio. Hagámoslo especial en familia, bajo el calor de nuestros hogares benditos.
Por Lourdes Díaz Güerere