Dimite el ministro más popular de Bolsonario
El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, pierde la pieza más preciada de su Gobierno. Sergio Moro —el juez anticorrupción que era el ministro más popular— ha dimitido este viernes por las injerecencias políticas del jefe del Ejecutivo.
Estas se resumirían en una frase de sus 40 minutos de discurso: “El presidente quería alguien (al frente de la Policía Federal) a quien poder llamar para pedir informaciones, informes de inteligencia”, algo inaceptable para un hombre que ha construido su carrera en la lucha contra la corrupción al frente las investigaciones del caso Lava Jato, según ha explicado en la sede del Ministerio de Justicia y Seguridad Pública, en Brasilia.
Los altos índices de popularidad que de manera sostenida le dan a Moro las encuestas lo confirman los muchos brasileños que suelen contar que solo votaron al militar retirado para presidente porque llevaba al juez al Gobierno para proseguir su cruzada contra la corrupción. La Bolsa ha llegado a caer el 7% mientras Moro comparecía.
En su discurso de despedida Moro ha defendido su integridad personal, los logros en la lucha contra la corrupción y contra la violencia, el Estado de derecho y la autonomía de las instituciones fiscalizadoras. Ha sido una intervención muy política en la que ha destacado que aceptó ser ministro de Bolsonaro para “profundizar en el combate a la corrupción”, un compromiso que ve peligrar desde hace un tiempo.
El ministro saliente incluso ha subrayado que ni siquiera los Gobiernos del Partido de los Trabajadores, al que no ha mencionado, interfirieron con la autonomía de jueces y policías.
También se ha referido a la pandemia del coronavirus, dejando claro que la considera un asunto grave que merece toda la atención de los gobernantes. “Busqué una solución para evitar una crisis política en plena pandemia”.
Moro amenazó este jueves con dimitir si Bolsonaro destituía al jefe de la Policía Federal, al que él mismo había elegido para el cargo, y no pactaban ambos el nombre del sustituto. Durante la noche el cese fue consumado. Y Moro solo lo supo cuando de madrugada fue publicado en el Diario Oficial de la Unión.
Moro y el presidente habían tenido en los últimos meses varios enfrentamientos por el control de la Policía Federal. Al exjuez también le ha disgustado que Bolsonaro buscara en apoyo político de diputados condenados en algunos de los escándalos de corrupción que lo convirtieron en un héroe nacional mientras investigaba la Lava Jato, un megacaso que ha llevado a la cárcel a buena parte de la clase política y empresarial de Brasil y otros países latinoamericanos.
La decisión de Moro se produce en plena crisis del coronavirus, horas después de que Brasil confirmara una cifra de muertos récord y mientras la enfermedad se expande hacia el interior del país.
La manera en la que el presidente aborda la pandemia, desoyendo activa y reiteradamente las recomendaciones sanitarias e insistiendo en la reapertura de los negocios, también molesta al antiguo juez.
Brasil acumula 3.313 fallecidos por la covid-19, con 407 añadidos solo el jueves, y casi 50.000 contagios en un recuento que, según los especialistas, está muy por debajo de la magnitud real.
Con información de El País