Universitarios para vencer las sombras
Dr. Ernesto Faengo Pérez
Amo la universidad, es parte fundamental de mi vida, añoro las aulas de la universidad de Carabobo, la siento mía y con ella todas las altas casas de estudios, amo la UNEFM porque es un maravilloso instrumento del saber para el desarrollo de nuestra región, producto del amor de todos los falconianos, amo la UDEFA. porque desde sus aulas he podido contribuir con mi modesto aporte a la formación de profesionales útiles a esta tierra de hombres y mujeres privilegiados de Dios.
Cada vez que voy a Valencia, visito el hermoso e histórico edificio frente a la plaza Sucre donde funcionó la facultad de derecho, uno de los lustros más hermosos de mi vida, recorro con profundo respeto sus pasillos, percibo el olor de sus aulas, de mis compañeros de estudio, de mis respetados profesores, fui dirigente estudiantil a todos los niveles, protestamos y exigimos derechos y reivindicaciones justas y merecidas como estudiantes, pero nunca lesionamos su inmenso e incalculable valor histórico, ni el nombre de la fachada de nuestra adorada casa de estudios, jamás hicimos, daño, al contrario, cada lucha era para reforzar y elevar su alma espiritual y profesional.
Hoy me duele al fondo de mi ser, cuando veo, leo o escucho palabras, discursos, planes y acciones altisonantes, ilógicos, irracionales de gente, muchos de ellos con títulos universitarios causando daños a la estructura de edificios sedes de universidades, lesionando estos templos históricos del saber, patrimonios de la humanidad representando un lastimoso actuar en negativo sobre la conciencia social, contradiciéndose al final ello mismos como egresados.
No es cuestión de extremos, ni de ideologías, es cuestión de responsabilidad ante los nuestros y ante los demás, es la sabiduría que nos indica la conveniencia en no trazar caminos oscuros que pretenden desorientar la mente humana para regresar a senderos vencidos por la luz del conocimiento, es la racionalidad unida al amor profeso para enderezar rumbos distorsionados, es la capacidad generalizada de un pais que levanta su voz para rechazar mandamientos inadecuados, es el renacer del amor y la deuda con un pais que ha invertido cuantiosos recursos para formar en sus universidades ciudadanos al servicio de los fines del estado, desarrollando su personalidad con respeto a su dignidad para la construcción de una sociedad más justa que promueva la prosperidad, el respeto, y el bienestar de la gente, Es imponer en el pais la fuente luminosa de la inteligencia positiva, emanada de esas aulas sagradas para la formación ciudadana como son las universidades, parafraseando a Helen Keller diríamos “ Cuando todo lo que puedas sentir sean las sombras, vuelve tu rostro hacia el sol”