Economía

Un docente necesita más de un salario para trasladarse a la escuela durante un mes

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Alrededor de 20 cuadras debe caminar Liliana García, docente con más de 15 años de experiencia, durante algunos días de las semanas de flexibilización para cumplir con compromisos en la institución en la que labora: la escuela Luis Augusto Machado Cisnero, ubicada en La Victoria, estado Aragua.

El transporte público no es una opción para ella. Percibe mensualmente Bs. 64.000.000 o 16 dólares, según la tasa del día del Banco Central de Venezuela (BCV). Un monto con el que no logra ni siquiera cubrir los servicios básicos.

Si Liliana decidiera usar transporte público en este arranque de clases presencial tendría que cancelar un pasaje de Bs. 800.000, el mismo monto de regreso a su hogar, un total de Bs. 1.600.000 diarios, Bs.33.600.00 durante el mes (8 dólares), es decir, una quincena.

Así que ahora, cuando el regreso a clases presenciales está cerca de concretarse, su única opción, al menos la que puede permitirse, es caminar. De otra forma, se quedaría sin recursos para cubrir el resto de sus necesidades.

Su caso es el de la mayoría de los docentes en Venezuela, quienes perciben entre 10 y 45 dólares al mes, de acuerdo con su tabulador. Montos que catalogan como insuficientes, más ahora con este retorno a las aulas que implicaría un mayor gasto, especialmente por el traslado.

¿Con qué recursos ir a la escuela?
En casi dos años de clases a distancia mucho ha cambiado en la educación venezolana. Lo más notable es la agudización de la crisis dentro del sector por los bajos salarios. Durante la pandemia las protestas de docentes no han cesado, pero los cambios han sido pocos. En julio de 2021, el Ministerio de Educación dictó una serie de ajustes salariales que fueron insuficientes.

Es por ello que los docentes no ven factible un regreso a clases presenciales sin que antes se produzca un aumento sustancial de sus salarios, de otra forma el traslado a las instituciones no será viable.

Este punto lo recalca Gricelda Sánchez, presidente de Fordisi y secretaria de reclamos Sinvema DC, quien comenta casos donde un docente debe cancelar hasta cuatro pasajes al día para ir y venir de la escuela. Por ejemplo, los educadores que laboran en escuelas de la parroquia Sucre (Caracas), como la José Luis Ramos, en Lídice, o la Tulio Febres Cordero, en Los Cedros.

En este escenario nombrado por Sanchéz, el educador debe destinar Bs. 2.800.000 al día solo para pasaje, Bs. 58.000.000 durante el mes. Es decir, 14 dólares de acuerdo con la tasa del BCV, un monto que es mucho mayor al salario de un docente tipo I y más de la mitad del sueldo de un docente tipo II y III.

Estos montos son bajos en comparación con lo que tendrían que gastar los docentes si se trasladan de un estado a otro. Raquel Figueroa, coordinadora nacional de la Unidad Democrática del Sector Educativo (UDSE), detalla el caso de los educadores que viven en Miranda y trabajan en Distrito Capital, o viceversa. El gasto en pasaje diariamente puede llegar a Bs.8.000.000, al mes serían: Bs.160.000.000, un total de 40 dólares. Es decir, más de cuatro meses de salario de un docente I, dos de un docente III y IV y uno de un maestro V y VI.

Bonificaciones y otras medidas
En el inicio del año escolar 2021-2022 el régimen de Nicolás Maduro otorgó un bono a los educadores de Bs. 1.750.000, un monto con el que apenas podrían trasladarse a la escuela un día, eso en caso de solo tomar dos transportes públicos.

Tal medida es, posiblemente, la prueba de la falta de disposición del Estado para apoyar a los educadores en este problema. Sin embargo, dentro del sector educativo hay iniciativas que sí van dirigidas a aportar soluciones.

Yameli Martínez, coordinadora nacional de Ciudadanía de Fe y Alegría, comentó para El Diario que padres y representantes de varias escuelas se han comprometido a dar un aporte extra que vaya dirigido a los gastos de traslado de maestros, personal obrero y administrativo.

En otras escuelas también se conoció de mecanismos para simplificar el traslado, por ejemplo, que los docentes y el resto de personal que se contrate resida cerca del colegio. Todas estas opciones buscan solventar, en mayor o menor medida, la situación de los educadores que están próximos a retornar a las aulas, sin que se les garantice un salario digno que les permita siquiera trasladarse a la escuela.

Con información de El Diario