Tulio Ramírez: Hay un déficit de más de 200.000 educadores
Como consecuencia de la crisis económica, la falta de planificación y la pandemia, la educación pública venezolana, en sus niveles de primaria, media y universitaria, se encuentra en alarmante situación precaria.
La aseveración es hecha a Elimpulso.com, por el prestigioso especialista en materia educacional, doctor Tulio Ramírez, profesor titular de la Universidad Central de Venezuela, Universidad Católica Andrés Bello y Universidad Pedagógica Experimental Libertador.
El año 2021 terminó y comenzará el 2022 de la misma forma: Con una vacunación de casi 30% de educadores y educandos, lo que significa que la mayoría está expuesta al contagio de la enfermedad COVID-19 o sus variantes.
No han sido acondicionados los espacios físicos, ni tomadas las medidas de bioseguridad tanto en el medio urbano como rural.
Se ha ampliado la brecha entre la educación pública y la privada. No ha sido verificada la presenciabilidad en los planteles. Ni funciona la plataforma institucional para la educación a distancia.
Hay un déficit de más de 200.000 educadores, que están siendo sustituidos por personas no preparadas académicamente, ya que están siendo escogidas a través del programa social “Chamba juvenil”.
Y, para colmo, los estudiantes están siendo pasados de grado mediante una política populista en la que no tienen la capacitación requerida.
Clases presenciales
El doctor Ramírez con una experiencia de 40 años como profesor universitario y es autor y de veinte libros relacionados con la educación, cuestiona el llamado a las clases presenciales, formulado por el Ejecutivo Nacional, sin que las instalaciones educativas se encontraran en las condiciones adecuadas.
En ese mismo sentido hace un serio señalamiento a la falta de una eficaz campaña de inmunización para evitar la propagación de la pandemia china, ya que ni los educadores, ni los educandos estaban totalmente vacunados. Y así lo demuestra el porcentaje de vacunación, que no pasa del treinta por ciento entre profesores y estudiantes, motivo por el cual es una irresponsabilidad que se haya hecho esa convocatoria, siendo muy peligrosas las clases presenciales al haber variantes de la enfermedad.
Los planteles privados, no todos, sí pudieron concretar el llamado a clases, porque los responsables de los mismos tomaron las previsiones e hicieron las inversiones suficientes para acondicionar los espacios.
De esta forma se amplía la brecha entre la educación privada y la pública, lo que va en detrimento de aquellos estudiantes pertenecientes a hogares de bajos recursos económicos. dijo el doctor Ramírez.
Hasta el momento no se ha verificado la presencialidad en los planteles públicos, pero los que han sido abiertos en forma intermitente han registrado muy poca afluencia.
Déficit de educadores
Con base a cifras de las organizaciones gremiales, no sólo hay una gran deserción en la población estudiantil, sino también de educadores.
Éstos, debido a los miserables sueldos que les han fijado los organismos oficiales, han abandonado sus funciones para las que se formaron y se han dedicado a diversas actividades, que les proporcionen el sustento para ellos y sus familiares. Y en una gran proporción han abandonado el país, buscando en el exterior mejorar sus condiciones de vida. En consecuencia, se agrava el proceso educativo.
El déficit de educadores supera los 200 mil profesionales, pero el gobierno ha tomado la decisión de irlos sustituyendo con jóvenes de la misión “Chamba juvenil”.
No tienen estos muchachos la preparación académica, ni tampoco vocación, porque no imaginaron que iban a ser llamados para cumplir un trabajo de esa naturaleza, que no sólo requiere de capacitación, sino de un gran sentido de responsabilidad.
Con información de El Impulso