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Servicio hotelero está dolarizado y en franco proceso de decadencia

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La dolarización de la economía en Venezuela es más que evidente. Donde uno va, la gente cobra en dólares. Si una persona va al muelle de Cumarebo y pide un kilo de pargo rojo, le cobran 3.5 dólares por kilo, manifestó Alberto Ramírez.

Alberto Ramírez.

Si una persona va a comprar el repuesto de un vehículo, lo cobran en dólares, lo cual indica, que ciertamente, la economía del país está dolarizada, afectando a la mayoría de la sociedad, porque la gente no gana en dólares, sino en bolívares, indicó.

Ante tal eventualidad, la gente permanece de «rodillas», porque los trabajadores ganan un salario mínimo en bolívares, sujeto al constante crecimiento del dólar paralelo, moneda que marca la economía y en consecuencia, los precios de los artículos o productos en el país, destacó el vocero.

Cómo hace un padre de familia para llevar el sustento al hogar, con un salario mínimo precario, respecto a un proceso inflacionario insostenible, producto de los desaciertos de un gobierno que no termina de entender, que la economía se mueve entre la oferta y la demanda.

En torno a la prestación del servicio hotelero, explicó que la tasa aplicable a los clientes, la coloca la empresa contable en base a un precio referencial, que la propia empresa hace, para que, quienes prestamos este servicio obtengamos un beneficio que nos permita subsistir, dedujo Ramírez.

En el caso nuestro, el hotel es manejado y administrado por la familia, lo cual nos permite aminorar los costos. No obstante, cobramos en dólares, reitero, aplicando una tasa de 10 o 15 dólares promedio por habitación, cifra que nos permite subrevivir en medio de las dificultades económicas, que estamos viviendo todos los venezolanos y los prestatarios del servicio hotelero, mencionó.

En cuanto a la asistencia de turistas o visitantes al hotel, Ramírez, manifestó que esta es infima, por no decir, que está en el suelo. Subsistimos, porque este es un negocio familiar donde viven y trabajan mi esposa y mis hijos. En consecuencia, no tenemos un tren de empleados que nos origenen gastos adicionales.

Todos sabemos que las empresas están en el suelo. La empresa de cemento aquí en Cumarebo está cerrada. Esta era una empresa, que influía de manera determinante, en la afluencia de personas, que por diversas razones, venían a laboral en esta empresa, y que hoy, no lo hacen, porque la empresa está cerrada, precisó finalmente, Alberto Ramírez.

Luis Hidalgo CNP 13501

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