Se incluyen nuevas palabras en la última actualización del Diccionario de la RAE
Ya es tradición: la RAE recibe la Navidad con una nueva hornada de palabras. La institución ha presentado la nueva actualización del Diccionario de la Lengua Española (DLE), que de alguna manera resume el año que dejamos atrás. Así, la Academia ya ha definido términos como bitcóin («moneda digital»), poliamor («relación erótica y estable entre varias personas con el consentimiento de todas ellas»), transgénero (persona «que no se siente identificada con su sexo anatómico») o antropoceno (la época que «abarca desde mediados del siglo XX hasta nuestros días y está caracterizada por la modificación global y sincrónica de los sistemas naturales por la acción humana»). Así lo reseñó ABC.
Muchas de las novedades, claro, están marcadas por el covid: vacunólogo, emergenciólogo, triaje, cribado, hisopo, burbuja… Esto ya ocurrió el año pasado, cuando el DLE se infectó de covid, y el fenómeno continúa, como continúa la pandemia y la nueva normalidad, que ya está en el Diccionario.
«Todas estas palabras definen un año. Si los miramos con la perspectiva de este año encontramos muchas cosas de esta sociedad que es en la que vivimos», ha afirmado Paz Battaner, directora del DLE, una obra que, por cierto, cuenta con el apoyo de la Fundación la Caixa.
Más allá de la enfermedad tenemos el relato como artefacto político, rayarse como ‘movida’ mental, y webinario como seminario telemático. De los asuntos del corazón nos llega, además del poliamor, el pansexual (persona «que siente atracción sexual hacia cualquier individuo u objeto») y el indispensable arte de hacer la cobra («movimiento o gesto de retirar la cara para evitar un beso no deseado»).
Del comer, crudité («plato compuesto de legumbres y hortalizas que se consumen crudas»), paparajote («dulce frito, típico de la región española de Murcia»), y el legendario cachopo («plato típico de Asturias consistente en dos filetes de ternera con un relleno entre ellos, generalmente de queso y de jamón serrano, rebozados y fritos»), entre otras voces, como el sanjacobo o el rebujito o el tinto de verano. También ha entrado disfrutón, que tiene valor activo y pasivo (que goza y/o produce mucho gozo), y obispa, como femenino de obispo.