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Se descarriló en órbita el «satélite bolivariano» y dejó de funcionar

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El satélite Venesat-1, que el gobierno de Hugo Chávez compró a China y se puso en órita en 2008, está fuera de servicio. La agencia informativa especializada SpaceNews reporta que, luego de una serie de maniobras, el aparato quedó fuera de órbita, en la que no puede ser utilizado.

El satélite Venesat-1 comenzó a funcionar para un tiempo de operación de 15 años desde su lanzamiento. En su momento, se dijo que serviría para brindar mayores posibilidades de telecomunicaciones a Venezuela. Pero desde hace 10 días, dice la nota de la agencia fechada el 23 de marzo de 2020, «está atascado en una órbita elíptica sobre el arco geoestacionario, según observaciones telescópicas de dos compañías de Estados Unidos que rastrean satélites».

El Venesat-1 es operado por la agencia espacial venezolana ABAE, que no ha difundido problema alguno con el aparato, ni contestó a las peticiones de comentarios de SpaceNews ni el 22 ni el 23 de marzo.

En enero pasado, reporta la agencia, ABAE afirmó que Venezuela y China planeaban desarrollar un satélite nuevo, el Veneat-2, para reemplazar al pionero luego de retirarlo al cumplir su tiempo de uso programado, que debería ser en el año 2024.

Según SpaceNews, debido a que la construcción satélites para comunicaciones geoestacionarios suelen tomar entre dos y tres años, Venezuela pudiera enfrentar una brecha de cobertura si no puede recuperar la operación del Venesat-1 o si no puede usar las capacidades de otros satélites que cubren la región.

La empresa californiana ExoAnalytic Solutions detectó un «cambio de órbita significativo» del Venesat-1 el 23 de marzo de 2020 a las 3:15 de la mañana, según Bill Therien, el vicepresident de ingeniería de esa empresa a SpaceNews. Aproximadamente, tres horas después el satélite hizo otra maniobra que lo desvió aún más, añadió.

SpaceNews reporta que los análisis de las empresas AGI y ExoAnalytic sugieren que los operadores del Venesat-1 perdieron contacto con el satélite mientras intentaban moverlo a la «órbita cementerio», donde son acumulados los aparatos que quedan fuera de servicio para que no pongan en peligro a los activos.

Segú Bob Hall, el director técnico para el conocimiento de la situación espacial de la empresa AGI, el punto bajo de la órbita actual del Venesat-1 puede «apenas besar» el límite de notificación de los demás operadores de satélites de la órbita geosincronizada, pero es improbable que cause alarma.

Hall apuntó que operadores han sido capaces de contactar y recuperar satélites desviados si no están severamente dañados.

Con información de Tal Cual

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