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Poblados del municipio Los Taques consumen agua de pozo

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Habitantes de las zonas foráneas del municipio Los Taques no reciben agua por cisternas desde el pasado 13 de diciembre, por lo que se ven obligados a esperar que llueva, o en la desesperación, tomar agua empozada de las represas que están por la zona.

Los residentes de los caseríos foráneos, admitieron estar cansados de protestar por la falta de servicios públicos. Algunos agregaron que entre la intimidación de los cuerpos de seguridad y las incumplidas promesas de voceros municipales, han optado por no volver a protestar y esperar a la buena de Dios.

Resignación, desolación y pobreza extrema se respira en el ambiente de los poblados del mencionado municipio. “Yo  he visto mucha gente con problemas de piel, esa agua es sucia, es amarrilla” dijo Carolina Díaz quien agregó que está obligada a comprar agua de botellón en el centro de Los Taques para evitar una enfermedad estomacal a su edad.  

Diagonal a la iglesia católica del sector Cumujacoa, se encuentra una represa que conserva un pozo de agua pequeño, el abrevadero lo llaman “tanque abajo”. Niños que juegan en sus alrededores, cuentan que se bañan con esa agua y toman de ella.

Represa “El Tanque”, nombre que le adjudican propios del lugar

“La alcaldía nos echó agua el 4 de julio y luego el 13 de diciembre; dejamos de comer para comprar agua y el agua de “El Tanque” la uso para bajar la letrina y para lavar” señaló Isbelia García.  

Isbelia, con voz eufórica, agregó que en sus años de vida, nunca había cargado tanta agua como ahora. “Yo tengo 60 años y nunca había cargado agua como he cargado hasta ahora”.

Durante el recorrido a los caseríos foráneos, se observan mangueras y tubos abandonados. Según testimonios de la zona, las tuberías y mangueras están echadas a los lados de la carretera desde hace 9 años.  

Mangueras que tenían como fin traer agua de la tubería principal hasta el sector Cumujacoa del muncipio Los Taques.

“Dijeron que iban a arreglar las tuberías, pero quedaron en veremos” denunció Orlando Acosta, adulto mayor oriundo del lugar.

El Diario La Mañana consultó con la doctora Rogmary Falcón, ─residente de la zona─ sobre las consecuencias del consumo de agua no tratada en los caseríos foráneos. Señaló que es alarmante el índice de parasitismo intestinal y las enfermedades dermatológicas infecciosas. “El agua es por cisternas, es agua estancada… hay mucha escabiosis, hongos en la piel,  dermatitis y diarrea aguada que no escapa de esta situación” dijo.  

Redacción: Jhonattam Petit

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