Pablo Morales cuenta su historia como migrante
Nací en una región muy hermosa enclavada en la montaña de Paraguaná, San José de Cocodite. En ese orden; egresé de la escuela de artes Tito Salas, locutor, docente y licenciado en Comunicación Social y como decía nuestro amigo Eudes Navas siempre he querido ser «útil».
Ese deseo (de ser útil) me llevó a involucrarme en la política participe en el MIN, Movimiento de Integridad Nacional del recordado Reny Otolina del cual fui su coordinador regional lamentablemente fallecido en extrañas circunstancias. Y de una manera más activa a raíz de la terrible equivocación que tuvimos al elegir al hoy difunto Hugo Chávez, el peor error colectivo cometido del que se tenga memoria.
Divorciado con una estable relación de más de veinte años donde nació mi menor hijo Juan Pablo.
Después de estar jubilado del Ministerio de Educación con más de 26 años de servicios, profundice mi trabajo como productor de programas de radio luego de mi pasantía por la televisión al haber fundado junto Enrique Saad la primera señal de televisión de Falcón; TVF.
Varias fueron las razones para emigrar, la muerte de mi hijo mayor sin que el Gobierno diera una respuesta de una investigación, el acoso a mis hijos, y las constantes equivocaciones de la oposición de mirar solo hasta donde le alcance la vista sin profundizar el análisis político y anteponer sus intereses a los del país; no saber identificar con precisión el objetivo y no saber jugar en equipo, la falta de humildad de los dirigentes, eso ha hecho que se dispersen los recursos y no se haya alcanzado ese objetivo de salir del perverso régimen que por la fuerza nos ha sometido. Para mí era imposible vivir en la constante zozobra a la que fui sometido.
Salí del país rumbo a Colombia en 2018, donde me desempeñé como docente, ahora estoy en los EEUU, después de estar seis años sin abrazar a mis hijos y nietos.
Cuando salgamos de Maduro y banda, cuando por fin, en un solo bloque la dirigencia se integre, se decida a no reclamar aumento de sueldo, o reivindicaciones sino decidirse a salir del régimen que es el mal del país, Venezuela se convertirá con sus recursos que aún queden y cuando su gente regrese en el mejor país del planeta. Siempre se ha sabido que el viajar ofrece una posibilidad de aprendizaje, imagínate tantos inmigrantes regresando al país cada uno con una enorme experiencia en diversos campos, sin duda Venezuela no solo recuperará su grandeza sino que desde el mismo momento de la salida de esa banda en el mejor país para vivir y vivir bien.
El tema de emigrar no nos tomó de sorpresa ninguna de nosotros, estoy seguro, tuvo como propósito de vida salir de la forma que hemos tenido que hacerlo, siempre fuimos un país que abrió los brazos a quien procuraba venir y establecerse aquí. Y estuvimos tan preparados sin saberlo que hemos dejado huellas donde hemos tenido que partir, la emigración venezolana ha tenido varias etapas, primero salieron los empresarios que al ver como expropiaban a las industrias y empresas privadas, lógicamente procuraron salvaguardar sus patrimonios, nos quedamos sin producción, luego los profesionales que entendieron que se limitaban sus actividades y luego una gran masa de personas (muchos chavistas) en busca de salvar a sus familias, en busca del sustento diario, esto es imperdonable, eso pasó en Cuba. Pero es un plan auspiciado por el propio régimen, se ha quitado seis millones de problemas de encima. Se ha quedado con los más vulnerables.
Extraño nuestros paisajes el calor y color de nuestro cielo, montañas y la amabilidad de nuestra gente, a esto me refería, estamos divididos con el cuerpo aquí y la mente allá.
Al cesar la usurpación en particular llevaría cientos de ideas que aportarían un mundo de posibilidades para las generaciones más jóvenes.
Magalys Hassan