Hoy en la fe indómita en la Divina Pastora venezolanos piden por el cese de la pandemia
Una sólida devoción que, como tantas otras, nos viene de España, mueve a millones a recorrer más de 7 kilómetros para hacer compañía a la Divina Pastora. Son 164 años de milagros, de fe profunda e inquebrantable y de esperanza en medio de la más terrible oscuridad. La fiesta de la Divina Pastora, en la capital larense, se ha convertido en referencia religiosa y en manifestación del dolor de un pueblo que vive inenarrables visicitudes.
Cada vez que se celebra su día, venezolanos y latinoamericanos de todas partes se dan cita al frente de su iglesia en Santa Rosa para verla salir en hombros. La siguen rezando para culminar la procesión con una misa donde el obispo –generalmente uno diferente- se hace cargo de una homilía que se convierte en la voz de quienes no tienen voz y recita oraciones que conmueven e inspiran, que fortalecen la fe y la voluntad para eso que San Juan Pablo II llamó “despertar y reaccionar”. Hoy la misa a la Divina Pastora elevó oraciones por el fin de la pandemia.
La festividad eclesiástica este 14 de enero comenzó con una misa a las 8 de la mañana con el Monseñor Ubaldo Santana, quién pidió a la virgen el fin de la pandemia de Covid-19.
«Haz que Dios nos libere con su mano piadosa de esta terrible pandemia. Virgen Santísima, Divina Pastora, reina y madre de la familia, en aras de la justicia divida por el bien y la salud de este rebaño, te suplico madre mía que salves a este pueblo», expresó monseñor durante la misa», dicta una cita de Unión Radio.
Santana lamentó las consecuencias derivadas por la pandemia que azota al mundo entero. También, suplicó a la Virgen que interceda ante Dios por el cese definitivo de esta crisis sanitaria y envió consuelo para las familias de los enfermos y protección para los trabajadores que arriesgan sus vidas para salvar las de otros.
Redacción Diario La Mañana