Hambre y miseria deambulan por las calles de Cumarebo
Que en un país como Venezuela, los niveles de pobreza, hambre y miseria, hayan llegado a tales extremos, merece una profunda y urgente reflexión, por parte de los representantes del gobierno.
José Ramón Guerrero, es uno de esos venezolanos, que resisten estóicamente los embates de una crísis, que evidencia la degradación de la condición humana. Decir, que no hay crísis humanitaria en Venezuela, es además de una torpeza, un cinismo inaceptable.
José Ramón Guerrero, revela con denotada desesperanza, que en la casa de alimentación, le dieron el día jueves, próximo pasado; “una arepita frita con leche”. Con esto no quiero renegar de la buena intención de quienes sirven en esta casa de alimentación.
Se les reconoce su labor social y sus actuaciones responden a las posibilidades, pero el gobierno debería hacer un mayor esfuerzo, por corresponder dignamente, a quienes como yo, padecemos a causa de la pobreza.
Hizo un llamado al gobierno y a quienes tienen por funciones implementar las políticas sociales, a fin de minimizar los niveles de pobreza. Los pobres, necesitamos de una mejor atención.
Luis Hidalgo CNP 13501