Exilio forzado también tocó a dirigentes de Tucacas y Chichiriviche
Paralizar los sueños de repente. Dejar una carrera universitaria y separarse de la familia para emigrar a otras latitudes donde la propia seguridad y una vida normal sean posibles, es parte de lo que viven tres dirigentes de la costa oriental falconiana que tuvieron que irse.
Johant de Jesús De Sousa, activista de Primero Justicia en el municipio Silva; Erwin Wellman, expresidente del Concejo Municipal de Iturriza y Andys Ferreira, excandidato a la alcaldía iturricense, estos dos últimos dirigentes de Vente Venezuela, están ahora fuera del país. Cada uno en su lucha luego de haberse sentido amenazados y, en el caso del joven De Sousa, agredido físicamente, por apoyar las candidaturas opositoras al gobierno nacional.
El caso de estos tres dirigentes es parte de situaciones similares que han vivido otros cuya opción ha sido el destierro por pensar distinto, y forman parte de una diáspora que los conservadores en el manejo de cifras estiman en seis millones de venezolanos por el mundo.
Johan de Sousa entre golpes
El primero de estos dirigentes políticos que tuvo que irse del país fue Johant de Jesús De Sousa Medina, un bachiller graduado en Mecánica Aeronáutica, en Barquisimeto, que siempre soñó con la aviación, pasión que compartía con su rol de activista del partido Primero Justicia en Tucacas.
Johant, como muchos jóvenes, se vio identificado con el liderazgo de Henrique Capriles Radonski. Esa inspiración empezó a tener un costo para el tucaqueño: las amenazas a través del teléfono y las redes sociales se hicieron frecuentes.
El acecho se concretó luego de la vista de Capriles Radonski a Tucacas en la recta final de la campaña electoral para elegir gobernadores y alcaldes en noviembre del 2021.
Después de esa visita, Johant De Sousa, quien cuenta hoy con 23 años de edad, fue víctima de una golpiza que le propinaron unos sujetos que, entre golpe y golpe, le advertían que tales «lecciones» iban a repetirse si seguía activando con los «escuálidos», adjetivo con el que Chávez y luego sus seguidores calificaban a los opositores.
De esa agresión hubo una denuncia interpuesta por el activista luego de haber sido atendido en el hospital Lino Arévalo de Tucacas.
«Hoy 10 de noviembre de 2.021, a las 7:00 PM, luego de haber acompañado al dirigente político Capriles Radonski, me dieron la cola hacia mi casa; me dejaron en la orilla de la carretera Morón-Coro en el Sector Said I; cuando entré al Said fui interceptado por tres motos cuyos parrilleros usaban tapabocas, razon por la cual no pude ver sus rostros».
«Uno de ellos, portando un arma me obligó a montarme en la moto, inmediatamente salimos a la carretera y nos dirigimos por el par vial hacia el sector El Tuque. Allí se orillaron, ya era de noche, me bajaron de la moto golpeándome con el casco y me amenazaron diciéndome que si seguía en el proselitismo político o apoyando a esos escuálidos me iría peor, me golpearon de nuevo y luego me dejaron abandonado en el sitio.»
«Esperé un rato que se marcharan y me paré a ver quien podía ayudarme, pero nadie se detuvo por la oscuridad de la zona. Segui caminando hasta llegar a la sede del Cicpc», refirió la víctima en su denuncia.
En virtud de lo sucedido y de las constantes amenazas que seguí recibiendo, tuve que tomar la decisión de irme de mi país en diciembre del año pasado, refirió el joven tucaqueño.
Wellman, salir por trabajar en mesa
Erwin Wellman, dirigente de Vente Venezuela y expresidente del Concejo Municipal de Iturriza, se encuentra a mitad de una travesía que incluyó el paso por la selva del Darién, luego del 28 de julio.
«Tuvimos que salir por temas políticos. Por amenazas, sólo por el simple hecho de querer una mejor Venezuela.
Después de trabajar en mesa, en las elecciones del 28 de julio, comenzó la odisea de las amenazas y las cosas cambiaron», afirmó el dirigente vía telefónica.
Enfatizó que «nadie quiere ir preso sabiendo que haber trabajado en mesa no constituye un delito. Sino más bien significa haber trabajado por la recuperación de un país».
–Tuve que salir del país antes que las cosas empeoraran, nadie quiere ir preso, menos teniendo una familia, hijos por los que hay que salir adelante, comentó Wellman.
Agregó que está trabajando en elecciones desde el 2005, a los 19 años de edad y nunca se había pasado por tantas trabas solo por el hecho de pensar distinto y querer un mejor futuro para nosotros y nuestros hijos.
«Toca aguantar desde esta vitrina, con la esperanza intacta de que la realidad de muchos cambie para que podamos regresar a nuestro país», dijo el dirigente iturricense.
Andis Ferreira bajo amenaza
Andys Ferreira fue el jefe de campaña de Edmundo González Urrutia y María Corina Machado en su condición de coordinador municipal de Vente en Iturriza. Antes había sido candidato a alcalde por la Unidad. Expresó que tuvo que irse del país en un clima de amenazas que se reflejaron en pintas hechas a paredes de Chichiriviche.
El también ingeniero civil fue antes dirigente de Primero Justicia, ya en Vente le tocó dirigir la campaña que culminó el 28 de julio.
Todo este proceso fue llevado de manera exitosa organizada y dentro del civismo que nos caracteriza a todos los que hacemos vida en las organizaciones políticas de oposición en contra del gobierno de Nicolás Maduro, pero eso no impidió las medidas arbitrarias y de persecución para amedrentarnos a todos los venezolanos, refirió Ferreira.
«Fui víctima de muchos mensajes anónimos y ataques psicológicos promoviendo mi posible captura por el simple hecho de haber demostrado, con actas en mano, lo que realmente fue la gran expresión del pueblo venezolano», aseguró el dirigente.
Dijo que en la mañana del 30 de julio, fuentes del Psuv le alertaron de una visita de cuerpos de seguridad a su casa. «Dicho acto es público y notorio, ya que fue reflejado por medios de comunicación, redes sociales y por la comunidad», acotó Ferreira.
Comentó que luego, el 29 de agosto, las paredes de su casa fueron marcadas con la frase “Fascista vamos por ti”, y además «colocaron una X en unas de las ventanas.
Esto lo tomé como una amenaza extremadamente directa tomando en consideración los antecedentes que han ocurrido luego del 28 de julio día de la victoria electoral de Edmundo González».
Francisco Chirinos
CNP 9966