El maravilloso mundo de la lectura, por Por Fredis Villanueva
Desde la Península de la Amistad
La lectura, es la puerta que da hacia ese maravilloso mundo mágico de la imaginación, creatividad e innovación. El filósofo y sociólogo español, Jaime Balmes, afirmaba: “La lectura es como el alimento, el provecho no está en proporción de lo que se come, sino de lo que se digiere”. Basándonos en la frase de Balmes, la lectura es como ese alimento que te ayuda a formarte como persona; atesorando la autonomía, el dominio, la convivencia social, los valores morales, solidificado al conocimiento más exhaustivo sobre las cosas, debido a que cuando se lee se enriquece el vocabulario.
No vayamos a leer simplemente para decir que nos leímos un libro y no pasó nada, eso no es así. Por ejemplo, no podemos decir que nos leímos: El Manual de urbanidad y buenas maneras, escrito por el profesor venezolano, Manuel Antonio Carreño, pero carecemos de buenos modales para aportar nuestro granito de arena en la construcción de una mejor sociedad, porque después de leernos un libro como el que hemos mencionado, no seremos nunca más, la misma persona. La lectura nos hace madurar intelectualmente y nos convierte en mejores ciudadanos.
Hay quien leen un libro o texto, luego dice: “Yo leí X libro, pero no entendí nada”, está en lo cierto, porque nadie se hace lector de la noche a la mañana, sino que va evolucionando de manera gradual. De ahí, que los estudiosos del tema han llegado a la conclusión en que hay tres niveles en la lectura…
Primer nivel: es llamado lectura literal o básica, el lector logra abstraer solamente lo plasmado en el libro, lo explicito como los nombres, lugares y secuencia del texto… Segundo nivel: es llamado lectura inferencial o deductivo, el lector requiere alto nivel de abstracción, se comprende el libro o texto, realiza inferencias de información no plasmada, a lo que es lo mismo decir, el lector elabora suposiciones a partir de datos que extrae del libro… Tercer nivel: es llamado lectura crítica, el lector aplica sus conocimientos previos que tiene en torno al tema que lee, para luego efectuar análisis de manera profunda e interpreta el contenido desde diversos puntos de vista e igualmente, es capaz de realizar plenamente inferencia de mensajes implícitos y debatirlos.
En mi muy humilde reflexión final, deduzco que un buen lector, siempre que lee, está aprendiendo a pensar, está creciendo, está interactuando silenciosamente con el autor del libro o de un artículo de opinión, está realizando un viaje con destino a la sabiduría, durante el cual, el lector obtiene más conocimientos y aumenta su capacidad comunicativa; comprende su mundo externo, desarrolla estrategias para resolver problemas. Además, algo muy esencial, fortalece su autoestima y confiabilidad, rumbo a abrir la puerta de la prosperidad y la sostenibilidad de la felicidad.
En síntesis: El maravilloso mundo de la lectura, es una gracia fabulosa, una excursión por lugares sorprendentes, reitero, es algo así como un viaje a la sabiduría. Sapiencia a la cual, uno nunca llega, pero nos aproximamos a las habilidades intelectuales y nos liberamos de sujeciones, logrando supéranos día tras día.
Por último, en la lectura debemos cuidarnos de dos cosas: escoger bien los libros y leerlos bien. Nunca debemos leer libros que confundan el entendimiento o pervierten los buenos modales.
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¡Un abrazo lleno de bendiciones! ¡Hasta el próximo miércoles, Dios mediante!
Por Fredis Villanueva