Editorial | Turismo sin servicios básicos es imposible
No hay duda que el turismo es una de las alternativas viables para el desarrollo de diversas economías en el mundo y Venezuela y más aun Falcón, es tierra fertil para ello.
¿Cuántas veces se ha tocado este tema como forma de apalancamiento para generar empleo y auspiciar el desarrollo en tierra falconiana?
Una vez más se vuelve a hablar de un Plan de Turismo para Falcón, ahora uno proyectado a 20 años (2024 – 2044) de acuerdo a lo esbozado por autoridades y quienes dirigen diversos entes gubernamentales ligados a la materia, y no deja de llamar la atención pues llevan 25 años los mismos con los mismos resultados dantescos en el sector turismo.
A los empresarios y prestadores de servicios en el estado Falcón habría que hacerles una estatua. Hay que reconocerles que tienen perseverancia de mantenerse aún en las condiciones en las que se encuentran: sin financiamiento, asfixiados por tributos y golpeados por la crisis política y económica.
El turismo, es verdad que es una fuente importante de generación de riqueza y desarrollo, pero bien entendida y trabajada.
No puede haber turismo sin servicios públicos eficientes, sin seguridad jurídica verdadera que aliente y estimule la necesaria inversión privada para el desarrollo integral del sector.
¿Cómo se puede hablar de desarrollo turístico con la espantosa situación de los servicios públicos que padece Falcón?
¿Cómo se puede hablar de turismo con el estado atroz de la carreteras actuales sin iluminación, señalización y en el estado de deterioro actual?
¿Cómo se puede hablar de turismo con la Zona Libre de Paraguaná quebrada y desahuciada?
¿Cómo se puede hablar de turismo con el Patrimonio de Coro desmoronándose y en el suelo?
Hay que tener riñones para hablar de planes en turismo en estas condiciones.
La capacitación y formación del capital humano es otra arista también no menos importante que atender, para apuntar a estandares de competitividad en servicios y que el estado debería reglamentar, auspiciar y fortalecer de la mano de un sector privado robusto.
El papel aguanta todo pero la realidad lamentablemente es que aquí no se ha logrado siquiera garantizar que el servicio eléctrico se mantenga ni 72 horas de manera continua, los bajones, fluctuaciones y cortes son el pan nuestro de cada día y ni hablar de la falta del suministro del vital líquido denunciado hasta la saciedad por propios y visitantes en todo el territorio falconiano.
Sin corregir de manera estructural la situación de calamidad en la que estamos es una ilusión hablar de turismo, pues primero hay que rescatar areas neurálgicas de servicios e infraestructura para luego siquiera pensar colocar en el tablero un proyecto real atractivo que sea encabezado por fuerzas vivas del estado y el país con un fin común inequívoco para desarrollar de manera integral el turismo en el estado Falcón.
Atilio Yánez Plaza