Ecos de Occidente
Junio de Dabajuro
Sonaron las campanas de cada hogar y se encendieron los fuegos artificiales del recuerdo para recibir uno de los meses más esperados por el pueblo de Dabajuro. Es como la extensión de la navidad pero con un sentido de pertenencia, de herencia y de tradición. Ya estaba agendado para cualquier dabajurense fuera de estas tierras regresar en junio.
“No me imagino que amanezca un primero de junio lejos de Dabajuro sin escuchar las campanas y los fuegos artificiales a las 5 de la mañana…” decía mi vecina Rosa Delgado hace unos 25 años. Hoy estamos sin campanas, sin los fuegos artificiales y, sobre todo, sin muchos de nuestros coterráneos.
No es tan importante indagar ya sobre las razones por las que el Obispo Martí eligió a San Antonio de Padua como patrono aquella primitiva parroquia que pasó fundando cerca de 1774, contrastando con la descripción sobre el entonces caserío con un oratorio dedicado a la devoción “al Niño Jesús”. De alguna manera se quiso quedar el Niño Jesús en Dabajuro, pero en los brazos de Antonio de Padua.
Todo tiene un significado tan propio. Tan vivencial. A mediados del siglo pasado son carruseles, algodón de azúcar, retretas, procesiones, misas, encuentros, promesas y un ensayo de fe. Cualquier venezolano se cautivaría en la actitud del accionar y sentir de los dabajurenses hacia “su junio”. La idiosincrasia del auténtico dabajurense se parece mucho a la simbología antoniana: humildad, búsqueda incesante de la verdad en La Palabra, dominio del verbo, el lirio en el alma y el amor paternal hasta conmover.
La imagencita de San Antonio poco a poco se ha ido convirtiendo en el respaldo histórico de la fe, pero no el centro de la fe del pueblo cristiano católico de Dabajuro. Un viraje maravilloso hacia el propio ser, esencia y vida de San Antonio nos señala el camino más firme, más cónsono con la doctrina cristiana. Este año seguiremos las actividades religiosas a través de nuestra emisora parroquial y esperamos el paso del mensaje antoniano en nuestras calles a través de las visitas o rogativas que se han venido llevando a cabo durante estos meses. Loable el trabajo de la Centenaria Sociedad de San Antonio, quienes merecen una mención especial.
A San Antonio se le atribuyen muchas virtudes y dones que enmarcaron su vida. Una de ellas es encontrar las cosas perdidas. Hoy, cuando nos sentimos perdidos, invocamos su intercesión para encontrarnos a nosotros mismos. Mi papá agonizaba un junio y me pedía ofreciera que si se curaba iba a misa con todos nosotros usando el hábito de San Antonio. No era un hombre de éste tipo de fervor pero Antonio de Padua le acercaba al Evangelio, a la iglesia y a su pueblo.
Hablando de todo como los cuerdos… no hubo columna la semana pasada porque a su vez no hubo energía eléctrica, ni internet, ni señal telefónica. Nos pasaron a nivel “montaña adentro” literalmente incomunicados. Las fluctuaciones eléctricas han sido tal, que ya no sabemos qué prender, qué apagar o cuál electrodoméstico es más importante salvar entre los pocos que nos quedan. Noches enteras sin energía. Horas largas de día mientras sacudimos las moscas que llegaron en muchedumbre sin ser invitadas. La temperatura por estos lares está entre los grados picos altos que ahogan y unos muy buenos aguaceros que repercuten en los sistemas de conducción eléctrica de las comunidades. La cuadrilla de Corpoelec está trabajando literalmente “con las uñas”. La unidad o camión de la empresa tiene el motor dañado y se trasladan en lo que pueden, resuelven con lo que pueden y a la comunidad le ha costado asimilar que debe comprar los insumos para reparar los daños como conectores, cables, transformadores o lo que vaya surgiendo, pero ha tenido que hacerlo porque de lo contrario no hay solución a fallas de suministro comunitarias. Entre los comerciantes tratando de buscar presupuestos para ayudar a solventar el problema del camión.
Brote de amebiasis, giardiasis, gastroenteritis viral y dengue. Sin médicos, ni cómo comprar tratamiento. En manos de Dios y recetándonos unos a otros “pericón”, lo que puede ser inocuo para muchos puede ser una solución equivoca para darle a los bebés, a los niños. Popular planta de “acetaminofén” se ha convertido en hojas buscadas pero que a presunción de algunos médicos ha causado muchos daños a nivel pediátrico.
Hablando de Pediatría. Hace ya muchos años que la Dra Marlene Zavala Piña fue jubilada como pediatra del Hospital José Enrique Zavala de Dabajuro. Desde su jubilación no se asignó nuevo pediatra y ella pasa revista y atiende casos cada mañana como si se encontrara activa. Por misericordia y vocación nuestros niños no se han quedado desasistidos gracias a su trabajo honorario. Me resulta tan injusto y hasta imperdonable que no se tome en serio la necesidad de contar con pediatras las 24 horas del dia en un centro de salud donde la mayoría de sus pacientes son los niños. Gracias Marlene, de todo corazón.
Llegó la gasolina. Las 3 bombas de Dabajuro fueron habilitadas pero aún en ensayo y error. Al menos 2 dias en cola han perdido muchos. Otros han optado por llenar a tasa internacional para movilizarse. Esperamos se enderece esta carga entrando la semana.
Comercios comienzan poco a poco a incorporarse al esquema de flexibilización. Alivio para muchos. Medidas ante el Covid 19 dejadas casi al olvido a pesar de tener 1 caso de Buchivacoa ya aislado, asintomático y en recuperación en el Cdi Dabajuro, 1 en Mauroa y 8 en Urumaco. Sin contar la situación en el estado Zulia. Pautada desinfección de espacios públicos al finalizar ésta semana.
No es raro ya ver pasar a nuestros vecinos con su leña cada mañana y cocinar con ésta. Las cocinitas eléctricas no funcionan por el mismo problema eléctrico de la zona y la carencia de gas es cada vez más notoria e insufrible.
Conversando entre padres. Aires de ansiedad, tristeza y depresión comenzamos a notar en nuestros niños y adolescentes. En casa sin señal de televisión, sin energía eléctrica, internet, sin poder salir a jugar. Sin poder darles un pequeño paseo aunque sea. Preocupados estamos en verdad. Ya muchos se niegan a hacer las asignaciones escolares y estamos a punto de tirar la toalla, primero la pedagogía que necesitamos y ahora un curso para el manejo de las emociones de nuestros muchachos. Creo que esto no es un asunto de mucha importancia para el plan “cada familia una escuela”
Escribió el maestro Don Rogerio Espinosa nuestro himno a San Antonio. Acordes y letras llenas de nuestro pueblo, de nuestro sentir, de lo que somos. Tan único como la voluntad y la fe de nuestra gente:
“San Antonio Patrono bendito, nuestro pueblo te quiere ofrendar, este himno de notas sencillas, cual las rosas que adornan tu altar. Nuestras almas a ti se encaminan, cual la nave a la estrella polar. Una estrella de luz refulgente que en la iglesia de Cristo brilló, señalando el camino de oriente, donde Cristo en la cruz expiró. Una estrella de vivos fulgores, es Antonio del Niño Jesús, por quien Cristo tendrá adoradores, donde nunca le dieron su Cruz”
Un abrazo en junio. Un amor en junio. Una plegaria en junio…un junio de Dabajuro.
A mi papá, al compadre Isauro, Escary y a Humberto.
Por Lourdes Díaz Güerere