Cumarebo siempre
Puerto Cumarebo, cuya existencia data de más de 500 años tiene una historia particular como todos los pueblos del estado Falcón y de Venezuela, su gente trabajadora, bondadosa, espontanea, cariñosa, afable, receptiva, solidaria, refleja su rostro en cada actividad y en cada circunstancia que le haya tocado vivir.
Los cumareberos de mi generación evocamos como símbolos representantes de aquel espacio temporal La Plaza Bolívar que poseía frondosos árboles frutales, sanos y de sombra, dos perezas eran un atractivo particular a propios y extraños, los domingos se presentaban retretas con la banda del estado y la banda del ilustre músico cumarebero Don Víctor Márquez o de Victoriano Salgueiro, nadie dañaba sus bancos y era pecado pasar frente a la estatua del libertador con bolsos o maletas, .estaba muy limpia, niños, jóvenes y adultos respetábamos y reconocíamos la figura del padre de la patria
Los pasajeros que viajaban de Cumarebo a Coro y viceversa pagaban 3 bolívares de pasaje, eran buscados en su casa sin cobros adicionales y llevados a la puerta de la casa o centro comercial donde se dirigían en la capital del estado
En Puerto Cumarebo hasta mediados de los años 80 del siglo pasado existían 2 amplias y cómodas salas de cine una de ellas el cine Alianza ubicado en la calle Bolívar con Urdaneta poseía un fresco Balcón donde los jóvenes y adultos disfrutábamos las películas y series de moda en el momento a través de dos funciones diarias, otra era el cine América del inefable y bonachón Franco Laterza frente a la Plaza Bolívar los jóvenes sentados en la Plaza recibíamos la señal a través de la música de una marcha inolvidable que nos avisaba el inicio de la función nocturna a las 9 de la noche
El templo de nuestra señora de la Candelaria poseía unas campanas de bronce particular que les permitió incluirlas en el libro Güines, una gruta al frente construida por la familia Van Der Vist para rendir culto a la virgen de Lourdes. Y en su interior unas hermosísimas lámparas tipo velas colgantes que fueron bajadas igual que las campanas para reparación y más nunca supimos de ellas
La pesca en Cumarebo era rudimentaria y artesanal sin embargo los zamoranos nos dábamos el lujo de comprar y degustar pescado grande y fresco tales como carite, pargo rojo, Rey, Jurel, mero a precios sumamente baratos y darnos el lujo de regalar especies como el cazón, Cabaña, corocoro. Que hoy están a precios inaccesibles
Toda la carne que consumíamos era beneficiada y revisada por veterinarios que no permitían que los zamoranos consumiéramos carne de animales enfermos o de dudosa procedencia. Hoy no sabemos la calidad sanitaria de lo que comemos y se nos está poniendo muy distante la construcción de un moderno matadero que garantice salud para el consumo carnívoro de todos los zamoranos
Teníamos siete barberías exclusivas para hombres dirigidas por barberos como los hermanos Chicho y Rosendo Delgado, León Cáceres, Pedro Vilela, El Fígaro Caruso, Transito Matheus con máquinas manuales y tijeras producían los varoniles cortes de cabello que exhibíamos los jóvenes y adultos de esa época, hoy queda solo la barbería de Juan González regentada por un familiar que procurar mantener la costumbre .
Puerto Cumarebo era una prodigiosa tierra de tejedoras y tejedores de sombrero con tres fábricas de que los procesaban y llevaban nuestro producto en todos los confines de Venezuela incluso al exterior.
Muchas cosas han desaparecido, otras han cambiado, algunas se olvidaron, el tiempo y las circunstancias definen las acciones de los hombres y la evolución y el progreso establecen los cambios, todos quisiéramos mantener el fervor de la gente y el amor donde las nuevas generaciones conozcan la historia en esencie y razón de esta tierra generosa y atrayente que identifica de manera peculiar y distinguida a Puerto Cumarebo.
Dr. Ernesto Faengo Pérez