Brasileños cerraron por nueve horas frontera con Venezuela en protesta por aumento de la inseguridad y descontrol migratorio
Pobladores de la localidad fronteriza de Pacaraima, en el estado brasileño de Roraima, cerraron parcialmente la frontera con Venezuela en la mañana de este domingo para protestar por el aumento de la delincuencia, en un contexto de creciente migración de venezolanos.
Los brasileños, reportaron medios de ese país, exigieron que sean revisados los antecedentes penales de los inmigrantes que ingresen a Brasil y criticaron la sobrecarga de los sistemas de salud y educación en la ciudad -puerta de entrada a la nación amazónica- por el constante flujo de venezolanos.
El cierre de la frontera duró aproximadamente nueve horas, desde las 8:00 am hasta las 5:00 pm del domingo, en medio de un clima de disturbios y violencia en las calles. La Policía Militar intentó evitar el cierre, pero los brasileños lograron obstaculizar la vía con conos y depósitos de basura en el tramo en donde está ubicado el monumento con las banderas de Venezuela y Brasil. Luego, instalaron un toldo en el medio de la carretera y, posteriormente, en el acceso a la principal calle comercial de Pacaraima, desde donde hicieron sonar a máximo volumen el himno de Brasil.
Las manifestaciones habían iniciado en la noche del viernes, luego de la denuncia de un presunto hecho de violación de una estudiante indígena venezolana de 15 años, cometido por un venezolano en Pacaraima, quien fue detenido ese mismo día, reseñó Globo. “Se quejan de que la entrada de venezolanos sobrecarga la salud y la educación y amenaza la seguridad”, añadió el diario.
El sábado hubo otra jornada de reclamos, de acuerdo con los videos a los que tuvo acceso Correo del Caroní, con una caminata de los brasileños por las principales calles de la localidad de Pacaraima hasta llegar, incluso, al espacio de la Operación Acogida, el programa de atención a los venezolanos migrantes. En la noche hubo quema de cauchos en el poblado fronterizo.
En algunas imágenes aparece el alcalde de Pacaraima, Juliano Torquato, quien expresa que la manifestación se debe a que la población está cansada de la inseguridad y exige que el gobierno federal presente una propuesta de solución.
La localidad fronteriza de Pacaraima no es solo puerta de entrada
a Brasil, sino el espacio en el que se han habilitado refugios para
migrantes y al que decenas de venezolanos acuden diariamente no solo a
comprar alimentos y medicinas, sino también a clases o a recibir
atención médica.
Este domingo, el malestar aún tenía intensidad y tras el cierre parcial de la frontera, los disturbios en las calles de Pacaraima cobraron fuerza con enfrentamientos -al final de la tarde- entre la población y la Policía Federal, que lanzó bombas lacrimógenas para dispersar a los manifestantes.
El periódico brasilero Folha de Boa Vista reportó que la intención de los manifestantes brasileños “era llamar la atención de las autoridades federales sobre la situación de la ciudad, una de las más afectadas por la crisis migratoria”. “Cientos de personas llevaron a cabo una manifestación pacífica por las calles de Pacaraima, al norte de Roraima, para llamar la atención de las autoridades federales sobre la caótica situación experimentada por los residentes, especialmente con respecto al aumento de la delincuencia en la frontera con Venezuela. Según la última información obtenida por FolhaWeb, la acción es una respuesta para evitar que los inmigrantes ingresen al país, sin antecedentes penales”, reseña el periódico.
Un venezolano, residenciado en Pacaraima y que pidió mantener su nombre en reserva por temor a represalias, señaló que los manifestantes lanzaron piedras hacia las carpas para migrantes venezolanos instaladas por la Acnur, la Agencia de la ONU para los Refugiados. “Todos los venezolanos están siendo maltratados, los que están en los refugios y los que no. Gritan fuera venecos”, expresó.
Las personas que acudieron a comprar alimentos a la frontera, dijo, perdieron su inversión y “todos los que vinieron a comprar ni por trocha pueden salir, las trochas están tomadas por pobladores de Pacaraima”, afirmó.
Globo reseñó que la Policía Militar pidió que cualquiera que haya cruzado para comprar en Brasil regrese a Venezuela. “Estas son pautas de seguridad para evitar acercarse a los manifestantes. Queremos garantizar que no habrá mayor daño o incluso pérdida de vidas”, explicó el coronel de la Policía Militar, Charles Matos.
Un empresario venezolano, residenciado en Santa Elena de Uairén y que también pidió mantener su nombre en reserva, afirmó que la población de Pacaraima está descontenta por el aumento de la delincuencia. “Los brasileños que viven en Pacaraima y los venezolanos que se han organizado para formalizar una vida decente, viven atropellados por ese tipo de venezolanos que no les importa nada y viven en marginalidad”, lamentó.
Ataque contra venezolanos en 2018
La tensión en la localidad fronteriza por el aumento del flujo migratorio no es nueva. A mediados de 2018, vecinos de Pacaraima expulsaron a un grupo de venezolanos que vivían en improvisadas carpas, luego de una agresión a un comerciante local, cometida presuntamente por venezolanos. “Tenemos todos los servicios públicos saturados. Estamos sobreviviendo en una realidad y no sé cómo (…) Estamos con nuestros recursos a cero, vamos a entrar en colapso”, dijo entonces a la agencia EFE el alcalde de Pacaraima, Juliano Torquato.
A principios de febrero de 2020, Brasil se convirtió en el país con mayor número de refugiados venezolanos reconocidos en la región, 37 mil con exactitud. Las autoridades brasileñas estiman que alrededor “de 264 mil venezolanos viven actualmente en el país, mientras que en promedio unas 500 personas venezolanas siguen cruzando la frontera con Brasil cada día, principalmente en el estado de Roraima”.