Policía abre por la fuerza carreteras en Panamá
Grupos antimotines se enfrentaron con manifestantes en puntos de la vía Interamericana de Panamá para permitir el paso de mercancías este martes, mientras que los gremios que impulsan desde hace más de dos semanas protestas contra el alto costo de la vida y el Gobierno intentan entablar un diálogo que zanje la crisis.
En Santiago, la capital de la provincia central de Veraguas, fue abierto un paso estratégico tras una refriega entre los agentes, que lanzaron gases, y los manifestantes, con tiraron piedras e incendiaron neumáticos y desperdicios, lo que permitió el tránsito de decenas de gandolas.
Pero nuevamente llegaron manifestantes a bloquear el lugar, por lo que se reiniciaron los enfrentamientos a piedras y gases, que dejaron al menos 7 aprehendidos, según informes de prensa.
La Policía dijo en sus redes sociales que «varias unidades policiales resultaron heridas por los manifestantes en Santiago de Veraguas».
En la capital también se dieron enfrentamientos entre la policía antidisturbios y grupos de manifestantes, que fueron replegados con gases lacrimógenos a fin de obligarlos a despejar una autopista que mantenían bloqueada.
Las protestas, incluida una huelga docente indefinida, comenzaron hace más de dos semanas y se han mantenido tras intentos fallidos de sofocarlas por parte del Gobierno, que aprobó para ello subsidios al combustible y algunos alimentos y una reducción del gasto del 10 %, medidas consideradas «insuficientes» y no consensuadas por las bases de los gremios y sindicatos.
Nadie ha escapado a las consecuencias de estas protestas y cierre de calles y carreteras, que han causado pérdidas por más de 500 millones de dólares a los productores del agro y a la agroindustria, según dijeron este martes 15 gremios del sector.
Personas resignadamente han tenido que caminar a pie largos trechos para ir a su trabajo, al igual que han tenido que hacer los viajeros que se dirigen al aeropuerto que sirve a la capital por el bloqueo de la autopista que conduce a esta terminal aérea.
Al mismo tiempo en la capital panameña y otros centros urbanos del país siguen escaseando las verduras, legumbres y frutas. Hay reportes además de problemas con el abasto de insumos médicos debido a que no han podido ser entregados por los bloqueos.
Todo esto se produce dentro de un pulso en el que alianzas de gremios y sindicatos y el Gobierno de Panamá aceptaron sentarse en una mesa única de diálogo, para buscar una salida sostenible a esta inédita crisis que vive el país centroamericano.
La Arquidiócesis de Panamá, que actúa desde la semana pasada como mediadora del diálogo, dio inicio este martes a dicha «mesa única de diálogo» con una reunión en la provincia de Coclé, unos 120 kilómetros al oeste de la capital.
Aunque en un principio se anunció la presencia del Gobierno, solo se sentaron los de la Alianza Pueblo Unido por la Vida, la Alianza Nacional del Pueblo Organizado, que impulsan las protestas, a fin de «que establezcan una agenda conjunta, la cual le será presentada al Ejecutivo», según informó la Iglesia católica.
«Hoy entramos a facilitar que pueda existir una única mesa y una única agenda», afirmó el arzobispo de Panamá, José Domingo Ulloa, quien repudió los actos de represión y violencia porque «pueden dar al traste con este esfuerzo para lograr la armonía y la unión entre todos los panameños».
Los integrantes de la Alianza del Pueblo por la Vida, que integran más de 70 sindicatos, entre ellos el de la construcción Suntracs y el de maestros Asoprof, también repudiaron los «actos de violencia y represión» de la policía, que afirmaron «atentan contra el diálogo y la negociación».
A la cita de este martes también faltaron los representantes de los grupos indígenas organizados, que son los principales protagonistas de los bloqueos de carreteras en el interior.
La Coordinadora Nacional de Pueblos Indígenas de Panamá (COONAPIP), que integran los siete pueblos originarios y los 12 congresos y consejos de estos, anunció el cierre indefinido de la carretera Interamericana a partir de mañana, aunque se dijo dispuesta a dialogar paralelamente en la mesa única.
EFE