Órdenes de zonas educativas contrarían cuarentena, pero resuelven fallas de internet
Desde que se suspendieron las actividades escolares debido al decreto de aislamiento social del pasado 16 de marzo, el espacio de la educación venezolana quedó reducido a los minutos que le dedican en el programa Cada familia una escuela y al tiempo extra que los padres consagran para realizar las asignaciones docentes que forman parte de un portafolio virtual que, según los lineamientos del Plan Orientaciones Pedagógicas creado por el ministerio de educación, es el instrumento de evaluación a través del que se monitoreará el proceso de aprendizaje de los alumnos durante el confinamiento.
Las tareas del portafolio deben ser enviadas a los maestros vía WhatsApp o correo electrónico, semanal o diariamente dependiendo de la dinámica que se maneje en cada plantel. No obstante, también tienen una fecha de entrega presencial que, aunque al inicio de la cuarentena concordaba con los días de cierre de lapso, ahora se ha vuelto cada vez más constante en varios colegios.
En una escuela de primaria ubicada en Catia, se envió un mensaje a los representantes indicándoles que, una semana después de comenzado el tercer lapso, ellos mismos debían ir hasta el colegio cada siete días a hacer la entrega física del portafolio, de acuerdo al día que le correspondiese según el nivel que estuviese cursando su representado.
Entre 8:30 a.m y 11:00 a.m, los lunes asisten quienes tienen a sus hijos inscritos en primer grado, los martes los correspondientes a segundo y tercero, los jueves cuarto y quinto grado, y los viernes los representantes de los alumnos de las secciones de sexto nivel. Los miércoles, según explicaron a los padres de esa escuela, la institución mantendrá las puertas cerradas y no recibirá ningún tipo de material debido a que ese es el día de parada que hay en la parroquia Sucre.
Al respecto, Fausto Romeo, Presidente de la Asociación Nacional de Institutos Educativos Privados (Andiep), indica que en ningún lado está establecido que la entrega de los portafolios sea mensual o semanal, pero que debe hacerse se en el momento en el que la institución lo solicitara, siempre y cuando se garantizara la seguridad de los estudiantes y sus representantes.
«En los poblados, en las partes de más difícil acceso se apoyan con los jefes de calle de los consejos comunales, para recoger los libros y los textos porque no hay más de dos o tres escuelas. En las ciudades lo hacen los padres porque el maestro, el profesor tiene que ver el trabajo, pero no es una exigencia que todas las semanas me los tienes que traer. Cuando arrancamos con la cuarentena se decía mensual, era por decir, pero era precisamente para que no estuviesen todas la semanas allá», señala Romeo.
En un comunicado emitido por la zona educativa del estado Miranda, se exhorta a los promotores de los hogares de la patria ha hacer un acompañamiento casa por casa y prestar apoyo a las familias, para que de esa forma puedan superarse las debilidades que hay en el proceso de aprendizaje de los niños. Pese a que el llamado desde el oficialismo siempre ha sido a quedarse en casa, las instrucciones que han empezado a dar recientemente contradicen lo que se ha pedido desde el principio.
Desde el Observatorio Educativo de Venezuela se insiste en que durante todo el período de cuarentena han circulado instrucciones y documentos, tanto regionales como nacionales, muy diferentes «en términos de medios, contenido, origen y momento de envío». Es por ello que se cuestionan si esa diversidad en cuanto a la línea de comunicación de los órganos educativos responde a las condiciones particulares que existen en cada estado o a una falta de unidad de criterios para poner en marcha el plan del ministerio.
¿Esta diversidad respondía a la necesidad de diseñar respuestas específicas, de acuerdo a las condiciones y necesidades regionales, o se derivaba de las diferencias en la capacidad de respuesta, tanto de las diversas instancias por nivel del MPPE, como de sus órganos desconcentrados (incluyendo zonas educativas, redes de supervisión y escuelas)?, reza el escrito «Derecho a la educación en cuarentena» reseñado en el portal web del observatorio.
Una hora de camino para llevar el portafolio
Una representante de un colegio de Naguanagua, estado Carabobo, rechaza esa nueva medida que diferentes escuelas han empezado a adoptar, pues considera contradictorio que mientras «el ministerio de la salud manda guardar cuarentena, solo salir a comprar alimentos o alguna medicación, el ministerio de educación manda a elaborar portafolio que deben entregar los representantes en escuelas o liceos, ¿cómo es entonces?».
Territorio Escolar San Joaquín@edu_sanjoaquin
Encuentro del equipo de Supervisión @aristides_salas, Supervisor Intercircuital y Supervisores Circuitales con Directores(as) de Colegios Privados garantizando el cumplimiento de las orientaciones del @MPPEDUCACION y @ZeCarabobo @Aymaraguiar
19:50 – 5 may. 2020Información y privacidad de Twitter AdsVer los otros Tweets de Territorio Escolar San Joaquín
Algunos padres han manifestado su preferencia por la modalidad meramente virtual, ya que piensan que de esa forma reducen el modo de contagio. Sin embargo, hay otros que aunque no tienen temor, debido a la escasez de gasolina, se les hace difícil trasladarse semanalmente desde sus hogares hasta el plantel educativo sólo para entregar las tareas acumuladas.
A Melisa Camacho la escuela de sus hijos le queda a 15 minutos de su casa si va en carro. Los últimos días de abril a su esposo le prestaron cinco litros de combustible para que pudiera ir a llevar los portafolios hasta el colegio. Esto debido a que personal del ministerio iba a ir a supervisar a los maestros y ellos necesitaban los cuadernos de los niños. Esta semana tuvo que regresar a buscarlos, pero gasolina ya no tenía. Bajo el sol inclemente de Santa Rita tuvo que caminar por una hora para poder recogerlos y continuar haciendo sus asignaciones.
«Desde que empezó la cuarentena no lo habíamos llevado, el portafolio, pero la semana pasada me llamaron para decirme que tenía que llevar los cuadernos porque los del ministerio se lo estaban exigiendo. De resto ellos nos mandan todo por WhatsApp. Vamos a ver con qué salen esta semana, pero de verdad no me gustaría que tuviésemos que empezar a ir semanalmente, es muy engorroso», expresa Camacho.
Escasa atención pedagógica
A Ana Palencia, residente del Junquito, contrario a lo que prefiere la representante zuliana, le gustaría que las entregas de las tareas se hiciera con mayor regularidad, cada quince días o al menos una vez por mes. De esa forma considera que pudiesen solucionarse dos problemas que actualmente están afectando a la educación venezolana a distancia: la saturación de los docentes y la escaza atención pedagógica de los niños.
Palencia explica que el pasado 30 de abril fue a entregar el portafolio en el colegio y, aunque aún no sabe cuando debe ir a buscar las correciones, dice que la próxima entrega la pautaron para finales de junio. Hecho que a su juicio acorta el tiempo que tienen los padres para «atacar la problemática o debilidad del niño en base al proceso de evaluación».
«Sólo fuimos a dejar trabajos.Es mucho material, dos meses de actividades en cuarentena, en los que de hecho hay mayor exigencia que cuando iban a la escuela. Es una explotación al niño y a los maestros, que luego tienen que realizar una evaluación crítica de las evaluaciones de forma personalizada, con cada niño y las deficiencias de cada uno», expresó.
En ese sentido, la madre resalta que los viernes, día en que tiene que enviar vía WhatsApp el registro fotográfico de las asignaciones, debe caminar aproximadamente un kilómetro de distancia para poder poder agarrar señal.
Una solución riesgosa
Debido a que no todos tienen acceso a internet o a la televisión, en varias escuelas decidieron poner las asignaciones de la semana en una cartelera del plantel. El que lo requiera puede ir hasta la institución y tomar fotos o copiar lo que debe hacer. Sin embargo, para hacer eso se necesita de un grupo de docentes que esté en los liceos o colegios en los días y horas acordadas.
En un liceo del oeste de Caracas, designaron un coordinador por año, es decir uno de primero a quinto año, para que, por un periodo de dos horas, vaya a abrir el colegio y dé orientaciones a los representantes y respondan las dudas que puedan tener. Algunos profesores han ido voluntariamente porque se les hace fácil llegar hasta el colegio y porque no tienen miedo. Otros simplemente han estado en desacuerdo.
Angélica Vargas@SERempoderada · 3 may. 2020
El @MPPEDUCACION exige la realización de un portafolio con las actividades que están transmitiendo en Tv. Los liceos deben coordinar para la recepción de dichos portafolios, si estamos en Cuarentena por una PANDEMIA, qué protocolos de Bioseguridad debemos seguir para…
Recibir dichos portafolios y para corregirlos? Quién ha explicado ese detalle? Quién puede asegurar que no es riesgoso? Cuánto dura el virus sobre el papel?
Los docentes estaremos dispuestos a exponernos con el pago mediocre que recibimos? @dccolectivo1523:04 – 3 may. 2020Información y privacidad de Twitter AdsVer los otros Tweets de Angélica Vargas
La especialista en políticas de educación Olga Ramos piensa que esas instrucciones, además de no ser compatibles con las normas dictadas por el ministerio, ponen en riesgo a los profesores, quienes a su juicio no tienen un salario por el que valdría la pena considerar exponer su vida para cumplir con un trabajo que «ni siquiera el ministerio ha tenido la voluntad de apoyar». Dice que el ente oficial no puede modificar la norma haciendo vulnerable a una parte de la población.
De igual forma, Ramos recuerda que no se garantiza que, en caso de que sea necesario ir a copiar las tareas de las carteleras, en todos los hogares exista un representante que tenga la capacidad de entender lo que está copiando, en el caso de que deba ir hasta la institución a anotar las asignaciones del estudiante.