Miel y Salmuera Los autoconvocados
Por: Ana Cristina Chávez Arrieta
Calle y más calle. Salario digno. Sueldos indexados. Paro educativo. El bloqueo. El imperialismo. Miss Universo. Robo de la corona. Robo de CITGO. Los indignados. El gobierno. Sus pseudo dirigentes. La oposición. El interino. El inquilino. El camionetón. El pueblo a pie. AVANTI. El Callejón de los pobres. El dólar que sube. El sueldo vuelto cenizas. Los emprendedores. Los sálvese quien pueda. Los ciegos. Los que no se callan. Los que obligan a marchar. Los que ven la oportunidad. Los autoconvocados. ¿Cuál sois vos?
CLARA-MENTE me SAL-PIQUÉ: Ya no lloro, intento facturar como tuuuuuuuuuuu y Paquita la de barrio.
BLOQUEA primero y averigua después: Me aburriste. Te bloqueé. Fastidioso. Te bloqueé. Solo tú te crees tus mentiras. Te bloqueé. ¿Hasta cuándo? Te bloqueé. Escribo un insulto y luego lo borro. Igual te bloqueé. Paz mental, la llaman.
ARRANCO EN FEBRERO: La cuesta de enero ha estado bien empinada, falta dinero y entusiasmo para subirla. De a ratos me monto en los patines y después pierdo energía y motivación. Aún así aquí vamos, poco a poco mirando la meta, enfocando como miope con presbicia pero vamos. Es que el año nuevo debería empezar en febrero.
¡TRADUCCIÓN, PLEASE!: Vivir en Venezuela te obliga a utilizar en tu celular alguna aplicación de traducción inglés-español o andar con tu diccionario debajo del brazo, a modo del sobaco ilustrado bilingüe. Sin un solo disparo y sin desembarco de los marines, la invasión gringa caló en el lenguaje cotidiano desde hace un buen tiempo, más allá del mundo tecnológico e informático. Sé que parece un comentario random tipo outfit para ir al súper, pero escribir esta columna luego de leer el resumen de la reunión de la asociación de vecinos donde prometieron enviar un voice -que por cierto, nunca llegó- me dejó así toda como ¿WTF? Trataré de enmendarlo la próxima semana. Sorry.