Ecos de Occidente
Entre morir o resucitar de mengua
Hace varios años revisaba archivos del registro civil de Dabajuro y me encontré con muchas actas de defunción en las que presumo causa de muerte del fallecido era inespecífica y colocaban en el manuscrito “murió de mengua”. Hubo un archivo muy particular que decía que “el hoy difunto murió con las maletas en la puerta”. A veces me pregunto ¿qué les pudo pasar?
Es sábado, pero ya nuestro cuerpo como que no cae en cuenta. Nuestro instinto es sobrevivir. Ya no importa si es lunes o jueves. Lo importante es resucitar cada mañana…creo que también de mengua.
El diccionario define mengua como “disminución de la cantidad, la intensidad, la importancia o cualquier característica cuantitativa o cualitativamente de una cosa, especialmente de una cualidad positiva”. De allí deduzco que a lo mejor se referían las actas de defunción a dejar de vivir poco a poco, perdiendo fuerzas y facultades por diferentes causas. Me da miedo decirlo, me asusta terriblemente pensar de saber que eso es lo que nos está pasando. Las crisis de fibromialgia a veces se interponen en la coherencia de mis pensamientos y juegan contra mí. Apelando también a la coherencia basada en hechos, por esta esta vez, también debo presumir que estamos resucitando de mengua.
Resucitamos cuando nos resistimos a dejar que realidad sucumba a nuestras fuerzas.
Esta semana han menguado unas cuantas cosas por estos lares pero seguimos con la misma entereza que heredamos de nuestros indígenas. Indudablemente nuestros genes caquetíos se imponen para lograr proezas, no importa si son silenciosas o ruidosas, muy personales o muy universales.
Mami ¿los periódicos existen? Mientras mi hijo de casi 5 años veía una película clásica estadounidense donde siempre sale un niño en bicicleta lanzando el periódico a una casa y envían al perro a buscarlo, después se sientan a desayunar leyendo aquel tabloide que deslumbra a lo lejos en el umbral sentimental de los periodistas venezolanos. Aquella pregunta me llenó de impotencia, nostalgia y mucho dolor ¡mis hijos están creciendo sin saber si un periódico existe! ¿Cómo llegamos a esto? “sí mi amor, los periódicos existen. Esta semana leemos uno que tengo”. Reclama mi hija mayor de 14 años “mami, será uno viejísimo seguro que le vas a enseñar. Aquí no llegan periódicos” Le repliqué sobre la necesidad de no restar esperanzas ni ilusiones ni ideas bonitas en el imaginario de los niños…no le gustó a mi hija porque la rebeldía se impuso ante la realidad. Es que a sus 5 años de edad cómo le digo a mi niño que es solo en nuestra tierra donde no hay periódicos porque no hay papel o tinta. Que las máquinas de las imprentas ya no hacen ruido. Que nuestro pueblo particularmente en nuestra zona es muy culto porque debido a nuestra ubicación equidistante entre capitales llegaban periódicos de todo el país. Cada familia tenía su propio pregonero o el punto de compra de preferencia. Los fines de semana no estaban debidamente presentables nuestras mesas sin el lote de tabloides que no nos daba tiempo de leer. Solo como referencia, entre tantos, si estaba cerca mi tío “Chambiche” que Dios le tenga en Su gloria, no necesitaba tanto a google porque con todo lo que leía en los diarios, aún sin ser “estudiado” podía ponerme al tanto de lo que estaba pasando, emitir una opinión sobre cualquier tema o ampliar una realidad científica o simple porque en la lectura de los buenos periódicos que llegaban a nuestras manos había un cúmulo de beneficios intelectuales, espirituales y de entretenimiento. Diría que tras “cada buen periódico una escuela”.
Hablando de entretenimiento. Amaneció de golpe en nuestra señal satelital de televisión. El principal proveedor de la señal de nuestra zona se marchó sin anunciar su despedida. Con el cierre de Directv en una especie de divorcio obligado en el país por “incompatibilidad de caracteres” entre dos naciones, no se nos confina ahora en una cuarentena normal. En Venezuela se debe estar dando el caso más atípico de los estados de excepción. Ya no es confinamiento o distanciamiento social. Es un encierro contando las goteras de la casa, los tuqueques y explicándoles a los hijos por qué ahora no hay comiquitas. Y es que Directv era uno de los servicios de mejor funcionabilidad en el país. Muy barato por cierto. Casi gratis. Sigo rebuscado entre los CDs viejos porque me niego a no ver imágenes en la TV, me niego a creer que mi tia o mi mamá con más de 70 años de edad ya no ven sus programas de manualidades o cocina que las entretenían en estos días. Me niego a verlas “mirando el techo”, me niego a decirle a mis hijos que ahora no vamos a ver TV como antes. No me apresuraría a dar una opinión definitiva sobre el destino de nuestros decodificadores. Aquí expertos en darle la vuelta a todo, alguna vuelta tiene esta situación, en la que por cierto los afectados siempre serán los que estamos abajo, muy por debajo de ¡abajo cadenas!
El primer caso de coronavirus confirmado en el occidente falconiano. La tarde del jueves 21 de mayo nos llega desde el municipio Urumaco la noticia que nos pondría los pies en la tierra con relación al COVID 19. A escasos kilómetros de Dabajuro, caserío Llano Grande, uno de nuestros hermanos connacionales, proveniente de Colombia. La prueba de coronavirus resulta positiva. Entre la situación que enfrenta el estado Zulia y ahora el occidente falconiano nos ponemos las manos en la cabeza. Son incontables las personas que viajaron durante estas 4 últimas semanas al mercado de Las Pulgas en Maracaibo o a Maicao para buscar mercancía y venderla en nuestra comunidad ¿cómo se transportaron? Misteriooo… lo cierto es que se está haciendo un llamado a las personas que viajaron para que se presenten en Sala Situacional y aplicar los controles necesarios. Dudo lo hagan, ojalá me equivoque. Los centros de cuarentena por acá a duras penas por aquí son solo escuelas improvisadas donde no hay siquiera agua para bañarse. Pero es preferible a insertarse de una a sus hogares y comunidades, así el resultado sea el mismo, pero saber dónde están los casos localizados ayuda en algo. Comienza verdaderamente la batalla frente al coronavirus en la zona. Que Dios nos ampare y seamos responsables realmente sobre el tema. Muchos casos por confirmar. Mientras escribo estas líneas, escucho en la radio la confirmación de un nuevo caso en Urumaco y el primer caso positivo entre Dabajuro y Buhivacoa, Sumando 3 en el occidente falconiano al viernes 22 de mayo.
Por cierto, el 12 de mayo fue el día Mundial de la fibromialgia. Muchos falconianos la padecemos. Es un quejumbroso y oscuro diagnostico que nadie comprende pero ¡como duele! Un abrazo sin tocarnos.
Seguimos haciendo tareas por aquí. Debemos llevarlas como sea a las escuelas a los docentes o a líderes de calle. Aglomeración en algunas instituciones por la entrega tan oportuna de morrales finalizando en año escolar en casa.
Situación combustible. Causa de la batalla por la gasolina en Capatárida. Literal batalla que terminó en al menos una persona herida. Cuando pensábamos que en Capatárida era imposible un suceso, sucedió enardecido.
Por aquí cantamos según la pauta de nuestras emisoras locales “Resistiré” varias veces al día. Es como un himno.
En medio de la mengua…resucitemos una y otra vez.
Cada dia, cada mañana, cada noche. Nos negamos a que coloquen en nuestra acta “murió de mengua”.
Optemos por una lápida lejana que diga “siempre resucitaba en tiempos mengua”.
Por Lourdes Díaz Güerere