Día Internacional del Libro
En mi reflexión de la semana comienzo por decir, que aprovecho la oportunidad que me brinda este miércoles 23 de abril, Día Internacional del Libro, para recordar al Viejo Villa (papá), quien casi a diario nos decía el siguiente refrán: «A dormir no te irás sin haber aprendido algo más», particularmente, al inicio por ser un niño, lo veía como un castigo, pues no era eso lo que buscaba papá, él estaba claro que la escuela instruye, y que es en el hogar donde se educa con ejemplos, por eso, intentaba a través de dicho refrán, recordarnos que siempre podemos aprender algo nuevo. Ahora bien, pido disculpas por háblales en primera persona, pero es que estoy convencido que a partir del refrán, arriba escrito, nace en mí; con humildad, mi único vicio que es aprender, teniendo como principal fuente de conocimiento los libros, consciente que mientras más aprendo, mucho más me falta por saber, así que, la lectura no tiene fin… Fíjense, que aparte de leer, que es la mejor manera de crecimiento personal, también nos sucede, que después de leernos un libro que nos inspire a concentrarnos en sus páginas, nunca más uno vuelve a ser el mismo.
Así que, sin más preámbulo, que en mi reflexión de la semana, me extendí más de lo normal. El DÍA INTERNACIONAL DEL LIBRO es una conmemoración que se celebra cada 23 de abril a nivel mundial con el objetivo de promover la lectura, la industria editorial y la protección de la propiedad intelectual por medio del derecho del autor. Desde 1988, es una celebración internacional promovida por la UNESCO.
Se trata de un día simbólico para la lectura mundial, ya que ese día, en 1616, fallecieron Miguel de Cervantes, Shakespeare e Inca Garsilaso de la Vega. La fecha también coincide con el nacimiento o el fallecimiento de otros autores prominentes, como Teresa de la Parra, Vladimir Naboket, Josep Pla, Manuel Mejĺa Vallejo y Williany Wordsworth. De modo, que el Día Internacional del Libro se crea en honor a estos autores fallecidos.
Cabe resaltar, que los libros iluminan nuestros pensamientos, ayudándonos a crear nuestras propias perspectivas sobre el medio que nos rodea. Además, estimulan nuestra capacidad cognitivas, especialmente el lenguaje, ayudándonos a ampliar nuestro vocabulario e incluso, con los libros podemos aprender nuevos idiomas.
Por otro lado, la lectura de un libro nos repara múltiples beneficios, como por ejemplo, nos nutre de conocimiento, razonamiento lógico y aumenta la capacidad crítica y memoristica. Además, mejora el lenguaje, el léxico, la ortografía y retrasa el desgaste cognitivo. Aparte que también, mejora la capacidad de concentración y convivencia en este mundo tan cambiante.
Para finalizar, recordemos siempre, y más aún, este miércoles 23 de abril, Día Internacional del Libro, el refrán que nos inculcaron aquellos señores autodidacta, cuando éramos niños: «A dormir no te irás sin haber aprendido algo más». Así como tampoco olvidemos: que un libro, un bolígrafo, un niño y un maestro, pueden cambiar el mundo para bien y la convivencia respetuosa y armónica de la humanidad.
Gracias por leer mi reflexión de la semana, cuánto le agradezco que me ayude a compartirla.
!Un abrazo lleno de bendiciones!
Por Fredis Villanueva.